Luchas y movimientos sociales
El siglo XIX en Colombia fue un período de profundos cambios sociales y políticos, marcado por la transición de una sociedad colonial a una república independiente; Este siglo se caracterizó por la lucha de distintos grupos y movimientos sociales que buscaban definir su lugar en la nueva nación, así como por conflictos civiles y políticos que reflejaban las tensiones entre visiones de modernidad y tradición.

Desigualdad y Estratificación
Social: Estuvieron profundamente arraigadas en la herencia colonial y se
vieron exacerbadas por las luchas políticas y económicas de la época. “La
concentración de riqueza en las manos de unos pocos terratenientes influyó en
la distribución del poder político en Colombia en el siglo XIX.”(Tutierra.net.
s.f.) por esto se mantuvo una sociedad profundamente dividida, con
una élite dominante compuesta por terratenientes, la Iglesia católica y los
esclavistas, quienes ejercían un control significativo sobre la economía y la
política.
Lucha contra el analfabetismo: La
lucha contra el analfabetismo en Colombia durante el siglo XIX representó un
desafío relevante, considerando la estructura social y económica del país en
aquel entonces. Algunos gobiernos liberales realizaron esfuerzos para ampliar
la educación pública y luchar contra el analfabetismo, pero los avances fueron
graduales y la mayoría de los colombianos continuaron siendo analfabeta hasta
avanzado el siglo XX.
Expropiación de tierras
eclesiásticas: Durante la colonia, la Iglesia acumuló grandes extensiones
de tierra que utilizaba para diversos fines, incluida la producción agrícola y
el mantenimiento de sus instituciones. Esta medida fue implementada por el
gobierno liberal con el objetivo de reducir el poder económico y político de la
Iglesia Católica, que era uno de los mayores propietarios de tierras en el
país. Aunque el partido conservador se opuso a esta medida, al final, “las
élites del Partido Liberal como las del Conservador se beneficiaron de la
confiscación de las propiedades de la iglesia y ganaron mayor
poder.” (Cajal, A. 2023).
Movimientos Indígenas: Fue una batalla por la supervivencia cultural y territorial ante las políticas de asimilación y expropiación del estado. Aunque en ciertos momentos contaron con el apoyo de partidos políticos, fue principalmente una lucha autónoma, lo que les presentó numerosos desafíos. Sin embargo, en 1890 se promulgó la ley 89 que reconoció sus cabildos y tierras colectivas, bajo tutela, “Aunque esta ley mantenía una percepción negativa de los pueblos indígenas --como «semicivilizados» o «salvajes» postuló un retorno a una política de manejo indirecto de los pueblos indígenas” (Pineda Camacho, R. 2016).

Movimientos Obreros: Estos surgieron
a mediados del siglo XIX como reflejo de la lucha de una emergente clase
trabajadora por reivindicar sus derechos y mejorar sus condiciones de vida en
una era de cambio y modernización. “El gobierno llegó a ilegalizar una de
ellas en 1890 al considerar que realizaba actividades políticas.” Montano,
J. (2020). Los logros fueron limitados y la represión fue constante, pero
las semillas sembradas durante este período germinaron en el siglo XX, dando
lugar a la formación de un movimiento sindical más robusto y organizado.
Conflictos civiles y políticos
Guerra de los Supremos (1839-1842): Fue un conflicto armado que ocurrió en la Nueva Granada, comenzó principalmente por motivos religiosos cuando el gobierno promulgó una ley que ordenaba la clausura de conventos o templos con menos de ocho religiosos. Esta medida fue percibida como una amenaza por los líderes religiosos y fue el catalizador de la rebelión, lo que desencadenó un levantamiento armado. “El conflicto enfrentó al gobierno central, presidido por José Antonio Márquez, y a diversos caudillos regionales. Estos se autodenominaban “supremos”, lo que dio nombre a la guerra. Los más importantes fueron José María Obando, Francisco Carmona y Salvador Córdoba.” (Equipo editorial de Lifeder, 2023)
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Campañas de la Guerra de los Supremos. Fuente: Milenioscuro, CC BY-SA 4.0, Wikimedia Commons |
Guerra de las Soberanías
(1859-1862): Fue un conflicto significativo en la historia de Colombia
durante el siglo XIX, caracterizado por la lucha entre los estados federales y
el gobierno central. Esta confrontación marcó una etapa importante en la
consolidación del federalismo en el país. No solo involucró “violencia física,
sino también de guerra desde el derecho y discursos antagónicos a propósito de
la soberanía.” (Muñoz Tejada, J. A. 2011).
La Guerra de las Escuelas de
1876: El gobierno liberal había invitado a una Misión Alemana para
modernizar los métodos de enseñanza en las escuelas, que hasta ese momento
estaban bajo el control de la Iglesia Católica. Esto provocó el descontento de
los conservadores, ya que este modelo fomentaba el espíritu antirreligioso y
anticlerical de los radicales. Al final, la guerra terminó con la victoria del
gobierno liberal.
Huelga del ferrocarril del Pacífico
(1878): La construcción del ferrocarril del Pacífico, iniciada en 1872,
enfrentó múltiples desafíos, incluyendo difíciles condiciones laborales y
disputas contractuales. En consecuencia, en 1878 se lanzó una huelga en demanda
de mejores condiciones de trabajo y salarios justos, reflejando el creciente
descontento entre la clase trabajadora de la época. Este evento marcó un hito
importante en la historia laboral del país, evidenciando las tensiones sociales
y económicas del momento.
Guerra de los Mil Días (1899-1902): El
conflicto se originó por múltiples factores, incluyendo el descontento con las
políticas y los resultados de la política de la Regeneración respaldada por el
Partido Nacional. Como señala Montano, J. (2021), después de varios años de
tensión, los liberales se alzaron en armas contra el gobierno en octubre de
1899. Lograron varias victorias al comienzo de la guerra; sin embargo, esta
ventaja no perduró debido a que el ejército gubernamental estaba mejor
equipado, y las tropas liberales se vieron obligadas a adoptar una de guerra de
guerrillas. La guerra tuvo repercusiones internacionales, afectando a países
vecinos y finalizó con la victoria del gobierno conservador y la firma del
Tratado de Neerlandia para la paz, seguido por otros acuerdos.
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Tropas conservadoras durante la Guerra de los Mil Días |
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